Toda la información sobre el erizo africano: alimentación, cuidado, higiene, salud y reproducción.

08 diciembre, 2007

El Dilema del Erizo



En Psicología se habla del Dilema del Erizo, proceso que fué denominado por primera vez por Sigmund Freud, adaptándolo de una obra de Arthur Schopenhauer.


En resumen nos dice que cuanto más cercana sea la relación entre dos seres, más probable será que se puedan hacer daño el uno al otro. Esto se basa de la idea de que los erizos tienen púas en su lomo; si se acercan uno a otro, las púas de cada uno dañarán al otro.

Está claro que en el caso de los erizos,no hay intencionalidad en el daño realizado, aunque sí, dicha conformación anatómica determina sus hábitos sociales, y les relega a cierto grado de soledad y vida independiente.

No creamos ser erizos,porque nuestras púas son creadas por nosotros mismos y aprendamos a convivir con quienes nos rodean sin dañarlos.

La Viñeta de Arcadio


Este mes nuestro amigo Arcadio, el erizo regalón,
nos sorprende con esta viñeta.





02 diciembre, 2007

Cuento de Navidad





En una pequeña aldea del lejano pais de Layland vivia el pequeño Samuel.
Era un niño bueno, que ayudaba cada mañana a su padre a buscar leña.
Una mañana de mucho frío, en la que la nieve cubría la montaña,

Samuel le preguntó a su padre:
-Padre, ¿qué es la Navidad?

El padre lo miró extrañado y se sentó junto a un tronco recien cortado.
-¿la Navidad? Es una época de mucho frío en la que las personas
se reunen para hacer cosas juntos y ayudar a los demás.

Samuel se quedó en silencio y aceptó la respuesta que su padre le daba.

El frío llegó, y con él la Navidad, la aldea se cubría de luces, regalos y adornos.
Samuel disfrutaba mirando las luces de colores, los escaparates de las tiendas.
-Madre ¿nosotros no tenemos árbol de Navidad? dijo cuando llegó de manera
apresurada a su pequeña cabaña.
- No, hijo no, somos demasiado pobres y no podemos tener adornos para los árboles.

Samuel no lo comprendía y se sintió muy triste.
Al atardecer subió a la montaña y desde allí contempló las luces de colores;
veía los árboles a través de las ventanas de las casas.
Se sintió más triste y apenado que nunca, deseaba un Árbol de Navidad.
Se sintió el niño más desgraciado del mundo y empezó a llorar.

Tras un pequeño abeto, una cabecita asomaba asustada por la presencia
del pequeño humano y escuchaba el llanto de Samuel.
Con su pequeña naricilla, husmeaba el aroma del niño,
comprendiendo que era un buen niño y que no merecia estar triste y apenado.

Se deslizó suavemente y se acercó a Samuel.
- ¿porque lloras ? dijo el pequeño erizo
Samuel levantó la mirada y frente a él un ser minúsculo lo miraba fijamente.
-porque no tengo árbol de Navidad porque soy un niño pobre.
-¿Qué es un Arbol de navidad? contesto el erizo
-es un árbol que se llena de luces preciosas para celebrar una época de frío,
en la que las personas ayudan a los demás.
- yo soy un erizo y no conozco la navidad.

El erizo echó a correr y se perdió entre los arbustos.
Samuel regresó al pueblo asombrado por aquel misterioso encuentro.

Llegó la noche de Navidad y Samuel cenó algo de sopa con pan recién hecho.
Seguía estando triste pero amaba a sus padres por encima de todo.
Se acercó a la ventana y miró las ventanas de las otras casas,
donde veia las luces de los árboles brillar.

Cayó la noche fría y el silencio se fue adueñando de la aldea.
Sólo la nieve , dejaba un sonido tenue al caer sobres los grises tejados.

Por la ladera de la montaña, comenzó a bajar un erizo …dos erizos…
tres erizos…cuatro erizos…así hasta que bajaron muchos erizos.
Todos traian una pieza de fruta consigo.
Se fueron acercando a la aldea hasta llegar a la cabaña donde viva Samuel.
Entraron despacio y esperaron al erizo que habló con Samuel.
- aquí está, todos a prepararse.
Los erizos empezaron a untar sus púas con las piezas de frutas que traian…
al cabo de unos minutos apareció un arcoiris de colores.
El morado de las moras, el rosa de las fresas, el verde de las manzanas, el amarillo de los platanos, el rojo de las bayas...todos los colores que se pudiesen imaginar.

El erizo que habló con Samuel puso en pie el pequeño abeto que había
arrastrado desde la cima de la montaña.
Roció el árbol con nieve fresca.
Uno a uno los erizos se fueron subiendo al árbol,
cada uno de un color, de un sabor y olor.
Cada uno fue cerrándose, formado una bola de color sobre cada rama del pequeño abeto.
Aguardaron toda la noche hasta el amanecer,
porque Samuel era un buen niño y no merecia estar apenado,
porque habian comprendido que la Navidad era esa época fría
en la que no solo los hombres se juntan para ayudar a los demás.

Así fue como Samuel tuvo el más hermoso Árbol de Navidad que jamás ha existido,
aquel que formaron mil y un erizos,
de colores y sabores de frutas, salpicados de nieve fresca.



01 diciembre, 2007

Erizos en la Red

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Nuestro Erizo del Mes

"Sugus" de Sarary, Barcelona